Mañana Julia empieza el jardín, ya encontramos niñera y las cosas se van acomodando cada vez más. Acabamos de llegar del Def Col Market donde compramos una mochilita para que lleve sus cosas ahí. Una locura este momento. Son tres horas nada más, de nueve y media a doce y media y todos los chicos son de países distintos. Elegimos este lugar porque nos queda cerca y porque particularmente no quiero que Julia se críe con hijos de indios maltratadores. No digo que sean todos, claro, pero me contó un compañero de Andrés que sus hijos de cinco años van al colegio con indios y que éstos maltratan a los mozos, a la gente que limpia, a los docentes y a cualquiera que esté debajo de su casta.
Acá está prohibido hablar sobre castas. Yo, por ejemplo, no puedo preguntarle a Mamila cuál es su casta, es de muy mala educación. Yo no lo sabía, me lo dijo ella y también Arjit. O sea que no se habla pero esto no impide que cada uno sepa de que casta es el otro. Lo saben por el apellido. Un apellido común brahamán es Sharma o Bhardwaj mientras un apellido dalit puede ser Kumar o Kumari. Todos saben de qué casta son pero no lo dicen. Los extranjeros que no entendemos mucho todavía no podemos saber, salvo lo básico, un barrendero nunca va a ser brahamán.
Como ya les conté en otro post, los dalit o intocables son los que no fueron creados del dios Brahma, por tanto no tienen casta, están abajo de todos y tocarlos contamina. Hacen los trabajos impuros como limpiar pozos sépticos y baños públicos, levantar animales muertos de la calle o juntar cuerpos en los accidentes. Si van a la escuela son discriminados y en algunos casos se tienen que sentar atrás de los demás y hasta limpiar el aula y los baños. Si alguno no se quita los zapatos para entrar a un negocio a comprar lo pueden golpear y si ofendiera a alguien de una casta superior hasta pueden matarlo y quemarle la casa.
Claro que lo intocable e impuro no aplica en lo sexual, o sea que las mujeres dalit son más vulnerables a ser violadas.
Incluso los intocables que se hartaron de injusticias y decidieron convertirse al catolicismo o budismo son perseguidos por grupos extremistas para castigarlos por abandonar el hinduísmo.
En fin, estas injusticias que desarman e indignan son moneda corriente en India. Este es un país donde el 1% de los habitantes son esclavos. Esclavos. El 1% son doce millones de personas.
Les iba a contar de la bruja de abajo, como maltrató a unos peones hoy al mediodía y las ganas que tengo de molerla a golpes, pero no merece más de un renglón.
Ya sé que este post es un bajón, que la situación no va a cambiar, pero para el que quiera saber más sobre este tema puede ver esta galería de fotos o mirar el video que dejo acá abajo (los subtitulos están en inglés). Igual todo esto viene al caso, porque me contestaron de otra ONG que trabaja con Dalits y los voy a ir a visitar mañana durante las horas de jardín de julia.
Mañana subo fotos de Julia con la mochilita y hablo de cosas lindas, lo prometo.